segunda-feira, 30 de novembro de 2009

shhh

Si dices mi nombre desaparezco

¿A qué suena realmente el silencio?, difícil respuesta teniendo en cuenta que muchas veces no somos capaces ni siquiera de encontrar las palabras justas para romperlo. Lo que para algunas personas puede representar la paz en su estado más puro, para otras puede irritar hasta el extremo de agotar al máximo su santa paciencia. Ya lo decía Lao-Tsé, "el sonido más fuerte es el silencio", y... !cuanta razón tenía el buen hombre!, tanto para bien como para mal, la verdad es que no andaba nada equivocado.

Tal y como funciona ahora mismo el mundo, algo tan simple como poder sentarse en el suelo a comprobar por unos pocos minutos a que suena la nada es un verdadero lujo. Cuando más te duela y menos te lo esperes, no se sabe bien por dónde, siempre aparecerá lo más inoportuno a interrumpir ese momento mágico. Pero, ¿a qué suena realmente la nada?, ¿a habitación insonorizada?, !ojala no fuéramos siempre tan herméticos para todo!. Al borde de un acantilado, donde el horizonte es tan plano que no suena ni el viento porque no tiene nada con lo que tropezar, no existe nada que llene tanto como la mismísima nada. Aunque, a veces, ese silencio mágico también pueda tornarse ruido contrayéndonos hasta límites angustiosos.

¿Cuántas veces permanecemos en silencio, pero en nuestro interior discutimos de forma activa, luchando contra nosotros mismos o enfrentándonos a nuestros fantasmas imaginarios?, ¿cuántas veces es para nosotros una tortura recibir una callada por respuesta?... La imaginación siempre acaba poniendo voces y diálogos en nuestro interior más profundo, el silencio más cómplice sólo se alcanza cuando nuestros pensamientos permanecen en silencio, !nunca tuvo más sentido una simple redundancia!.

Y ahora... shhhhhh... un breve momento de silencio, quién pueda darle tregua a las preocupaciones que lo haga, no nos vendría nada mal concedernos de vez en cuando un pequeño descanso sabático para poder aislarnos de nosotros mismos.

Nenhum comentário: