La carta de descanso

Le tomé con mis manos, di la ultima mirada a su cara de angel y le maté.

Tan rapido como fue su llegada. Necessitaba una muerte asi, de una hora para otra para que yo no dejara la poca coraje que me soblo escapar.

Él, ni el ultimo suspiro dio. En su silencio infalibre, suplico por su muerte de palabras, rompió con los sueños y terminó con el hilo de esperanza que quedara.

No pudo escuhar su corazon, pero los negros latidos ya marchitaron aunque la vida aun pulsaba su camino.

La decision fue dificil y la conclusion era una mezcla de sentimiento de vacio con impotencia.

Nada más yo podria hacer. Vi el morriendo alos pocos adelante de mi, en un instante le grité, golpeé, luché, mientras pasaba el tiempo cruelmente arriba de mi proprio ser, solté su mano y dejé él poco a poco ahogarse.

Hoy maté un hombre. Maté un hombre que me enseño a creer en los milagros. Perdi una mitad esencial de mi historia, deleté mis ganas de sueñar, calle el sonido de mi guitarra,de mi voz, quité los latidos de mi pecho y decidi intentar aun asi ver la luz.

En el camino donde escuté los consejos de las brujas y el sonido de los angeles, donde por tanto tiempo respiré vida, tomé aliento en el amor, pero tu frieza fue, de gota en gota, desbordando mis ojos de ilusiones y vaciando mi pecho de estrellas.

Yo andaba por un camino de lucienargas, tienendo que de ojos abiertos convivir con la oscuridad y en cortos espacios de tiempo alimentarme de su luz para intentar decifrar su direcion.

Duele. porque nada más en este mundo duele más que extrañar algo que ya morrió.

Vi que ya no era mas possible rescatar lo que yo queria. Las palabras, el cariño, las brisas que me sacaban sonrisas,la curiosidad de dos niños descobrindo uno al otro, la expectativa de tocar en cielo, el respeto, consideración, amistad, cumplicidad, deseo y los ojos. Todo eso morrio a los pocos y yo no consegui admitir, queria si tener la esperanza de que algo,

pequeño que sea, de todo eso aun estaba vivo o dormido como un volcán listo a explotar a cualquier momento.

Lista no estaba yo.

Maté.

Maté para seguir viviendo, porque mi vida piensandote estaba resumida en olvidarme.

Maté porque no fuiste capaz de viverme.

Morri por amar demás.

Maté porque el amor cuando no muere, mata.

Cerré sus ojos para abris los mios.

Adiós

(...)Eu andava por um caminho de vaga-lumes, tendo que, de olhos abertos, conviver com a escuridão e em curtos espaços de tempo, me alimentar da sua luz para tentar descifrar sua direção.(...)